5 de septiembre de 2010

Parteras contra las cesareas innecesareas

- Ina May Gaskin, una partera sin educación formal que popularizó en Estados Unidos una maniobra obstétrica que aprendió de los indios maya de Guatemala, no puede creer que en los tiempos modernos se realicen tantas cesáreas.

“Cuando empezamos, jamás imaginé que 25 años más tarde las mujeres insistirían en tener cesáreas”, declaró Gaskin, quien puso nuevamente de moda a las parteras cuando parecían una especie en extinción en Estados Unidos.

Gaskin difundió una maniobra obstétrica que aprendió de los indios mayas de Guatemala y la cual fue incorporada a textos de estudio y publicaciones científicas. Además defendió activamente los derechos de las madres e impulsó numerosos cambios en las prácticas de los médicos y los hospitales.

A los 67 años, se sorprende por la cantidad de cesáreas. Cree que el aumento en las muertes de madres que dan a luz es consecuencia de las cesáreas y de las drogas que se recetan para inducir los partos.

El Centro Nacional de Estadísticas sobre la Salud informó que en el 2005 hubo 15 muertes por 100 mil alumbramientos, lo que representa el doble de la tasa de 1998, que fue de siete.

Al menos parte de ese aumento puede ser consecuencia de que se reportan con más frecuencia los decesos, pero los investigadores admiten que las cesáreas podrían incidir también.

Gaskin dice que la solución es el parto natural. En la última década se duplicó el número de mujeres que dan a luz con una partera y el 8% de los partos en la actualidad se hacen con ese método. La mayoría de los nacimientos naturales se producen en hospitales.

Pero Gaskin afirma que cuesta promover el parto natural en una generación que prefiere la comodidad y evitar cualquier sufrimiento.

Convencer a las mujeres de que den a luz en sus casas es más difícil todavía, especialmente si se tiene en cuenta que el Colegio de Obstetras y Ginecólogos considera que los alumbramientos en casa son demasiado riesgosos.

En 1975, Gaskin publicó el libro “Parteras Espirituales”, con relatos de partos naturales y recomendaciones acerca de cómo proceder. Se vendieron unos 750 mil ejemplares y fue traducido a otros cuatro idiomas.

Parte del éxito de Gaskin radica en que combina una mente analítica con sus instintos naturales para comprender los secretos de los alumbramientos.

Gaskin promovió la idea de que el estado sicológico de una mujer determina en parte cómo se desarrollará el alumbramiento. También promovió métodos poco ortodoxos para mejorar la experiencia de la madre, como estimularla a que acaricie a su marido y tenga otras manifestaciones de cariño durante el parto.

La partera, quien vive en una comuna llamada The Farm (La Granja), produjo videos de partos naturales, pero los canales de televisión se niegan a difundirlos por considerarlos demasiado gráficos.

“Tal vez debamos ponerlos en YouTube”, señaló Gaskin.

El hecho de que haya tantas cesáreas en Estados Unidos podría ayudar a que las ideas de Gaskin se difundan más. Ricki Lake, ex conductora de un popular programa televisivo, produjo un documental en el que aparece Gaskin y se critica los partos en hospitales y la cantidad de cesáreas.

El 31% de los partos se producen con cesáreas en Estados unidos y el Colegio de Obstetras y Ginecólogos dice que esa cifra es demasiado alta.

Esa organización, no obstante, se opone a los partos en la casa de uno y dijo en un reciente comunicado que la decisión sobre cómo dar a luz “no puede responder a modas pasajeras”.

Los partos naturales en casa, afirma el documento, no son seguros porque “un alumbramiento que parece normal puede dar lugar rápidamente a una situación en la que hay vidas en peligro”.

Los estudios que se han hecho sobre los partos en casa tienen resultados contrastantes. El Colegio de Obstetras y Ginecólogos dice que las comparaciones entre los partos en hospitales y en viviendas son limitadas y que los estudios no tienen rigurosidad científica.

El Colegio aprueba los partos naturales en hospitales, con la asistencia de personas con certificados del Colegio de Enfermeras Parteras, quienes tienen título de enfermera o un entrenamiento similar. Se opone a las parteras sin estudios formales, como Gaskin.

El Colegio de Enfermeras Parteras, por su parte, admite que los partos en la casa pueden ser seguros y admiran a Gaskin. “Es una mujer notable, venerada por las parteras”, expresó Mairi Breen Rothman, una enfermera partera.

Gaskin formó parte de un grupo de unos 250 hippies que en 1971 compraron un terreno al sur de Nashvill para fundar una colonia. Al poco tiempo, ella y otras mujeres de La Granja asistían en unos 25 o 30 partos mensuales.

Gaskin observó cómo se manejaban los médicos y otras parteras, y leyó numerosos libros de medicina. Nunca intentó obtener un título y en cambio promovió la creación de certificados alternativos para parteras sin estudios pero que pudieran demostrar su pericia.

Médicos que nunca oyeron hablar de Gaskin sienten su influencia porque muchos de sus pacientes leyeron sus libros, vieron sus videos o la escucharon disertar.

Gaskin, fiel a su espíritu contestatario, está trabajando en una película llamada “El alumbramiento con orgasmo”.

Y no lo dice en sentido figurado. Asegura que, en determinadas circunstancias, la mujer experimenta una sensación similar a un orgasmo durante un parto.

“No es algo seguro, pero es una posibilidad”, señaló. “Es lo único que se me ocurre para promover esto entre esta generación”.

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