27 de marzo de 2009

34 SEMANAS DE EMBARAZO







Tu bebito está del tamaño de un melón , pesa esta semana alrededor un poco más de 2 kilos y ya mide unos 46 centímetros desde la cabeza hasta los talones. El sistema nervioso sigue madurando y tiene los pulmones ya desarrollados. Es una gran noticia, en caso de que decida que quiere nacer antes de tiempo. Si has estado nerviosa pensando en que quizás tengas un parto prematuro, puedes relajarte porque el 99 por ciento de los bebés que nacen a esta edad, sobreviven, y además la mayoría no tienen problemas por haber sido prematuros. En la semana 34 de gestación la piel de tu hijo se está haciendo más rosada.
Puede distinguir entre la luz y la oscuridad, y se encuentra bañado en una claridad rojiza cuando recibes la luz solar en el abdomen.
Tu niño es capaz ahora de respirar y realizar los movimientos de succión y deglución al mismo tiempo, lo que le permitirá alimentarse de la leche materna cuando nazca.Sus huesos son muy flexibles al igual que las articulaciones, de manera que como un contorsionista podrá adaptarse al canal del parto que es muy estrecho. Es por esta misma razón que los huesos de su cabeza no están soldados entre sí.

TUS CAMBIOS

A diferencia de lo que piensas, cuanto más líquido consumas diariamente será más útil para evitar la retención de líquido que afecta tus pies, tus piernas, tus manos y tu cara. Puedes sentir adormecimiento de las manos y calambres en las piernas. Si sientes dolor y adormecimiento en tus manos durante la noche que no te deja dormir, puede ser que tengas el síndrome del tunel carpiano que se caracteriza por la aparición de estas molestias.Puede que últimamente te sientas un poco fatigada, y eso es algo perfectamente normal. ¡Imagínate todos los cambios por los que ha pasado tu cuerpo hasta ahora! Tómate las cosas con más tranquilidad porque tienes que ahorrar energía para el día del parto. Si tienes que pasar mucho tiempo parada, intenta llevar una faja o cinturón especial para el embarazo que te ayude a soportar el peso del vientre y lo distribuya mejor.
La mayoría del tiempo, tanto el sistema nervioso como el sistema cardiovascular se ajustan a los cambios que ocurren en tu cuerpo, pero a veces, no pueden y eso hace que te marees. El mareo o vértigo se puede dar debido a una variedad de causas, como por ejemplo, levantarse demasiado rápido, tener poco azúcar en la sangre, tener anemia severa o demasiado calor. Algunas mujeres embarazadas desarrollan una enfermedad que se llama "síndrome hipotensivo supino". El síndrome puede ocurrir cuando estás recostada sobre la espalda, porque esto hace que cambien el ritmo de tu corazón y tu presión sanguínea. Así que quizás te sentirás mareada hasta que cambies de posición.
Asimismo, podrías notar algunos granitos rojos o ampollas en el vientre que causan comezón (éstos pueden aparecer también en los muslos y nalgas). Esta condición se llama pápulas y placas pruriginosas y urticariformes del embarazo (PUPPP, por sus siglas en inglés) y es generalmente inofensiva. De todas formas, debes decírselo a tu doctor.

El hipo de tu bebé
Los científicos no conocen exactamente la causa del hipo en los adultos y tampoco saben explicar muy bien el hipo en el feto. El hipo de tu bebé — que es una contracción involuntaria del diafragma — es totalmente normal y no es un motivo de preocupación. Incluso puede ser motivo de alegría, porque el hipo solo ocurre cuando el sistema nervioso está totalmente desarrollado en el segundo trimestre y eso quiere decir que tu bebé se está desarrollando normalmente. Pero tampoco te preocupes si no sientes el hipo de tu bebé, porque algunas mamás lo sienten y otras no (el hipo se siente como una serie repetida de pequeñas sacudidas del bebé).

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