10 de enero de 2009

Embarazada y de vacaciones




Cuidado con el sol
No debes exponerte demasiado tiempo, es ideal que concurras en las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde. No te expongas directamente a los rayos de sol. Los primeros días es conveniente que utilices en el cuerpo y la cara una crema con factor protector alto (35 para arriba), y en los días siguientes ir decreciendolo. Si la temperatura es sofocante no es conveniente que te quedes, es preferible ir a algún lugar fresco a descansar y volver cuando la temperatura haya descendido.
Los alimentos y bebidas
Sólo ingiere alimentos que tengas la seguridad que han sido bien refrigerados. Y agua que tengas la seguridad que es potable.
Las caminatas
Se recomienda hacerlas sólo a horas muy tempranas de la mañana o tarde en el ocaso, caminado por arena firma (cerca de la orilla) y no en arena seca en que demanda una mayor esfuerzo es posible que tu panza se contraiga. Detente a descansar toda vez que sientas que lo necesitas.
El mar
No se recomienda nadar donde no hagas pie, aunque seas buena nadadora, porque la embarazada está expuesta frecuentemente a calambres en las piernas y esto puede colocarte en situación de riesgo. Hay que tener cuidado con las olas grandes y fuertes, y asegurarse de que no golpeen tu panza.
Los deportes playeros
Cuidado con la sobreexigencia. No participes en juegos competitivos el afán por ganar puede llevarte a cometer excesos que perjudiquen tu embarazo.
Una verdad conocida desde tiempos lejanos, a fuerza de experiencia: la estación del año más difícil para las embarazadas es el verano. El calor aumenta los trastornos de circulación, se hinchan los pies, hay más riesgos de infecciones alimentarias, pero lo más difícil es la sensación frente a las temperaturas elevadas, que se vuelven menos soportables a medida que crece la panza.
Graciela Scagliotti, profesora adjunta en Obstetricia de la Universidad Favaloro, especialista en embarazos de alto riesgo, comenta que en días muy calurosos "la tendencia de la embarazada normal es la hipotensión arterial". Para prevenir golpes de calor o una baja de la presión, la especialista aconseja "ingerir abundantes líquidos y no exponerse muchas horas al sol".
Los cuidados a tener antes de viajar en un auto, según explica la doctora Scagliotti, dependen de las semanas de gestación. "Hasta las 30 semanas, las precauciones que se deben tomar son las habituales, es decir: las embarazadas pueden manejar, haciendo escalas técnicas cada dos horas para descansar. Lo ideal es viajar en un auto con airbag, y si no es posible, colocar un almohadón sobre el abdomen, para evitar traumatismos."
El uso del cinturón de seguridad "es perentorio". Y agrega: "si los viajes duran más de seis horas, el bienestar de una embarazada se dificulta, y el coche-cama será la mejor elección para un viaje largo en tren". Antes de iniciar el viaje, conviene preguntar al obstetra acerca de alguna medicación útero-inhibidora, para tener preparada ante la eventualidad de contracciones.

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