19 de febrero de 2009

SOBREPESO Y EMBARAZO







Una mujer que tiene sobrepeso debería aumentar entre (7 y 11,5 kg) en total, a un ritmo de unos(1 a 1,5 kg). Si es obesa, no debería aumentar más de (7 kilos) en todo el embarazo. De todas maneras, es importante hablar con tu doctor, para que te diga exactamente cuál es el peso que deberías aumentar, porque en algunos casos puede variar la recomendación general. Si comenzaste el embarazo pesando más de lo que a ti o a tu doctor les gustaría, no te sientas demasiado mal porque tienes mucha compañía. Además, según algunos estudios, algunas latinas tenemos una tendencia natural a engordar, por lo que es más común que las latinas comencemos el embarazo con un exceso de peso. Tienes sobrepeso si tu IMC o índice de masa corporal antes de quedar embarazada, estaba entre 25 y 29,9. El índice de masa corporal es la relación entre la altura y el peso. Se considera que una persona está obesa si su IMC está por encima de 30.

Cuando hay exceso de peso, aumentan las posibilidades de que se produzcan una serie de complicaciones durante el embarazo como la preeclampsia y la diabetes del embarazo, especialmente si estás un 20 por ciento por encima de tu peso ideal antes de quedar embarazada. Otra complicación del sobrepeso es que el bebé puede nacer muy grande, lo que a su vez aumenta las posibilidades de que necesites una cesárea. Además, el exceso de peso implica que tendrás más kilos que perder después del embarazo

Si te pones a dieta, y reduces las calorías que tomas cada día, a tu bebé no le llegarán todos los nutrientes que necesita. Sin embargo, éste es un momento excelente para que te fijes en qué comes, y para asegurarte de que te estás alimentando de la mejor forma posible tanto para ti, como para tu bebé:

• Para evitar tener demasiada hambre, y luego comer en exceso, toma comidas pequeñas con merienditas entre ellas, en vez de tres comidas grandes. Y sobre todo, ¡no te olvides del desayuno! Un buen desayuno, según se ha demostrado, evita los excesos durante el día.

• Busca formas saludables de satisfacer los antojitos que tengas entre comidas, por ejemplo: - Una fruta fresca que puedes cargar contigo a todos lados, como la manzana, pera o durazno - Una taza de chocolate hecho con leche desnatada, que calmará tu antojo por el chocolate y al mismo tiempo te ofrecerá una porción de calcio

• Satisface tu hambre con comidas saludables que no engordan, como palitos de apio con salsa mexicana y huevos revueltos con calabacita o con otros vegetales frescos. Añade unas rodajas de tomate y pepino a un sándwich y prepara una ensalada con tus vegetales crudos favoritos para acompañar la cena. Los vegetales te llenan, y tienen pocas calorías.

• Mantente activa durante tu embarazo. Habla con tu doctor, especialmente si tienes diabetes del embarazo, para que te recomiende un plan de ejercicio adecuado, como por ejemplo nadar y caminar.

• Si de repente te das cuenta de que estás comiendo, y no necesariamente sientes que tienes hambre, intenta pensar en qué es lo que te ha hecho comer. Te ayudará tener un pequeño diario para anotar qué es lo que comes, y las emociones que tienes en ese momento. Si resulta que estás comiendo porque te sientes aburrida, cansada o estresada, intenta encontrar otras formas de calmar esos sentimientos que no sean comer.

• Ciertas bebidas, los refrescos o el té con azúcar pueden tener muchas calorías, pero puedes sustituirlas por otras más ligeras como: - Jugo vegetal hecho en casa- Agua con hielo, con una rodaja de naranja y unas hojas de menta- Limonada fresca sin azúcar o con poco azúcar - Jugo natural sin endulzar, o con poco azúcar- Una gaseosa hecha con agua mineral con gas y jugo- Los refrescos sin azúcar(light) también son una buena opción, pero habla con tu doctor sobre los edulcorantes artificiales, porque algunos pueden no ser recomendables durante el embarazo.

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